¿Qué haces cuando tienes ganas de gritar pero no quieres que te oigan?
Cuando quién te querría escuchar no se merece tus gritos, pero quien quieres que te escuche, nunca sabrá ni que necesitas ser oído.
Cuando no tienes motivos para gritar, pero aún así lo necesitas.
Cuando todo va bien, pero tú no lo estás.
Cuando las dudas te asaltan, las situaciones te superan, los llantos se quedan cortos y las horas se hacen largas.
Cuando el mundo gira rápido y tú caminas lento.
¿Qué haces?
Supongo que escribir en un blog que nadie va a leer...